El gusto por las flores lo he tenido siempre, pero no fue hasta que nació mi hijo mayor que me dedique en profundidad a los arreglos.
Cada arreglo es una creación distinta donde pongo todo el cariño para que la persona quien lo recibe quede totalmente feliz.
La magia de las flores, el poder crear siempre algo distinto, jugando con las formas, colores, aromas y diseños es algo que me apasiona totalmente y que me hace estar demasiado contenta con mi trabajo, ya que sé que el producto final, siempre va a dejar feliz al que lo recibe.